martes, 27 de septiembre de 2016

La risa y la ciencia que hay tras ella




No nos reímos  cuando pensamos que lo hacemos. Según un estudio científico llevado a cabo por Sophie Scott, de la Universidad de Londres,  si se pregunta a la gente lo que la hace reír, hablarían de chistes y humor, pero con mayor frecuencia nos reímos  cuando conversamos con otras personas. Realmente, con los chistes nos reímos muy poco. La risa es mas bien una emoción social que se utiliza  para generar y mantener los lazos sociales.

En general, la risa que emitimos es muy aguda, muy por encima del sonido que producimos cuando se trata de cantar, por ejemplo. La risa es también una manera muy primitiva de emitir un sonido.

También hacemos ruidos muy extraños cuando nos reímos - desde sibilancias y chirridos a jadeos y resoplidos - y cada sonido simplemente refleja la contracción de los músculos que tenemos en el pecho y que están exprimiendo el aire de nuestras cajas torácicas bajo presiones muy altas.

Las imágenes de resonancia magnética muestran que cuando alguien se ríe, no hay movimiento real de la lengua, la mandíbula, el paladar blando y los labios. Toda la acción está sucediendo en la caja torácica.

Los sonidos de la risa los producimos de maneras muy simples (a diferencia del habla) y están controlados por el sistema evolutivamente "más viejo" del cerebro, que se ocupa de la vocalización en todos los mamíferos (a diferencia del habla). Esta es la razón por la que un derrame cerebral puede robar a alguien  la capacidad de hablar, pero le mantiene la capacidad  de reír y llorar. Esas personas pueden sufrir daños en las áreas del cerebro que les permiten hablar, pero el sistema emocional mas antiguo se mantiene intacto, ya que anatómicamente está situado en las profundidades del cerebro.

La gente reconoce la risa como risa, incluso si se produce por alguien de una cultura muy poco familiar. Los Himba producen un sonido casi de canto como "ay-ay-ay" cuando  están celebrando algo. Su expresión es completamente distinta a la que acostumbramos en otras culturas, pero la expresión de la risa, sin embargo,  es universal.

Los investigadores  Disa Sauter y Frank Eisner, colaboradores de la investigadora Sophia Scott,  fueron a Namibia varias veces para trabajar con el pueblo Himba y el único sonido positivo reconocido, que hicieron los Himba (y viceversa) era la risa.

Las expresiones no verbales, como la risa,  se asocian con frecuencia a expresiones de emoción. Estas emociones se denominan básicas, porque se reconocen en  todos los grupos humanos y también se encuentran en otros mamíferos. Esto explica por qué algunas emociones son bastante similares en todas las especies, por ejemplo en la imagen que muestra las similitudes entre la cara de un ser humano enojado y un lobo enojado.


Man and wolf


La risa es una expresión emocional no verbal y estos sonidos, que normalmente hacemos cuando experimentamos emociones muy fuertes, son más como llamadas animales que como nuestra habla normal. Las expresiones faciales de las emociones se reflejan en todas las especies.

Por supuesto, desde luego, no somos los únicos animales que ríen. La risa ha sido bien descrita en otros primates, como los chimpancés, los gorilas y los orangutanes.

Monkeys

Y curiosamente, siempre que encontramos la risa, sus raíces están en el cosquilleo y en el juego, tanto en  los humanos como en los gorilas o las ratas.

Todos los mamíferos juegan cuando son jóvenes y algunos mamíferos (como los seres humanos, las nutrias, las ratas y los  perros) juegan  durante toda su vida. Tal vez la risa ha evolucionado para ser una señal importante del juego, una señal de que nos estamos divirtiendo, nadie va a hacerse daño y esto es todo un divertimento.


Incluso hay una teoría de que esto es lo que sucede en la comedia: la gente está utilizando la comunicación de una manera lúdica y es por eso que nos reímos. Sin duda,  las raíces de toda risa se encuentran en las interacciones sociales.


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